Cuando hablamos de violencia, hablamos de esas situaciones que no quiere que pase en el deporte. En los tiempos que vivimos, llenos de problemas adrenalina y poca tolerancia, es habitual que esto ocurra, y vaya a saber el porque. Pero la realidad indica que es cada vez, es más común ver estos hechos que a uno no le gusta ver. Por ahí se escucha decir - antes se armaba disturbios pero era diferente - pero en verdad ni aquellos actos de violencia y ni los de ahora son distintos. En los tiempos de definiciones de campeonatos y si algún protagonista ve un acto de injusticia, ayer y hoy se ve reflejado en querer tomar justicia por mano propia. Y eso, en lo racional, esta muy mal, pero en la pasión es difíciles de comprender. Lamentablemente, si seguimos por este camino, podría peligrar en el futuro la concreción de espectáculos deportivos y el público que toma partida por algún protagonista, no se da cuenta, que destruyen un espectáculo familiar.
¿Cuál sería el remedio? Vaya uno a saber, pero tomemos conciencia que el deporte es lo más puro de la vida humana y los actos violentos no concuerdan con la esencia de la actividad.
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